Origen e historia de la raza
El Chihuahua proviene de México, de una región que lleva el mismo nombre que la raza. Hablando del Chihuahua lo hacemos de una de las razas caninas más antiguas y conocidas del mundo. En la época de los Aztecas, este simpático perro estaba considerado como sagrado y se cría fervientemente que que aportaba felicidad y alegría de vivir en las casas. Por estas razones, los Aztecas lo veneraban como a una divinidad y le consagraban culto.
Este perro llegó a Europa a finales del S.XVIII. Aquí se convirtió rápidamente en un perro de compañía ideal gracias a su inteligencia, su vitalidad pero, pricipalmente, gracias a su amor y dedicación a sus dueños, a los que venera.
Temperamento y carácter
Su inteligencia, vitalidad y energía son aspectos destacables en esta raza, aunque quizás la característica principal de esta raza sea el gran amor y dedicación que les dedican a sus amos. De hecho, es tanto el amor que le tienen, que puede llegar a tornarse en celos. También son desconfiados de los extraños que llegan a la casa, a la que el chihuahua considera su territorio. Cuando se asusta tiende a morder y los ladridos en exceso llegar a ser un problema.
El amor que entrega debe también recibirlo. Es decir, que son canes que necesitan grandes cantidades de contacto humano: necesitan que se les acaricie, que se los toque,… que se sientan queridos en general. Es una raza de perros muy leales. Resumiendo, diríamos que el Chihuahua como un perro vivaz, alerta, de amor incondicional, inquieto, territorial y muy valiente.
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