Origen e historia de la raza
La raza de perros Setter irlandés tiene su origen en la Irlanda del Siglo XVIII como perro de caza. La raza proviene de cruces entre el Setter irlandés rojo y blanco y una raza desconocida con un pelaje rojo unicolor. El club del Setter irlandés Rojo se funda en 1882 para promocionar la raza. El club publica el estándar de la raza cuatro años después, en 1886 y, desde ahí organiza exposiciones y competiciones para fijar el estándar de la raza.
El club publica en 1995 el estándar de trabajo de la raza, describiendo en él la morfología y las capacidades de la raza en el trabajo. La evolución del Setter irlandés rojo dio como resultado un perro robusto, sano e inteligente, excelentemente dotado para el trabajo y con una gran resistencia para el mismo.
Temperamento y carácter
El Setter rojo tiene un sobrenombre por el que muchos le conocen. Hay quien le llama "el diablo rojo" y es que posee una energía, una fogosidad desbordante. Es un excepcional perro cazador con un olfato muy desarrollado, un búsqueda de la presa rápida y una detención flexible y firme. Y como perros de compañía pues también son ideales, ya que son muy afectuosos. El único requisito es una educación firme pero sin brutalidad, ya que es una raza muy sensible.
Características físicas
El Setter irlandés es un perro atlético, cazador nato. Su porte, equilibrado y proporcionado, le da a la raza elegancia y distinción. La expresión que trasmiten sus pequeños ojos es amabilidad y lealtad.
Presenta un cuerpo proporcionado al tamaño del perro. Su cabeza, alargada y delgada, está implantada sobre un cuello ligeramente arqueado, también largo y musculado, en el que no se aprecia papada. Posee un largo hocico profundo, terminando de forma casi cuadrada. Su trufa es ancha, con las fosas nasales también anchas y de con caoba o nogal oscuro. Como ya hemos dicho anteriormente, sus ojos pequeños y de color marrón oscuro, expresan bondad y amabilidad
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